Los paros de producción, cumplimiento de normas y certificaciones o eficiencia del proceso pueden resultar un problema recurrente.
Los sistemas de filtración están diseñados principalmente para reducir el contacto de contaminantes emanados en procesos como granallado, rectificado, soldadura y entre otros, también ayudando en diferentes áreas de la empresa.
La colección puede desde hacer que funcione correctamente un silo hasta mejorar la calidad del producto. Al tener más funciones, ayudan a que las líneas de producción lleven un ritmo continuo, ya sea que se fabriquen resortes, pintura, cosméticos o carbonato de calcio.
En el caso de los silos tener sistemas de filtración con bolsas en la parte superior del depósito ayuda a evitar aglomeraciones del material, sin embargo, si las bolsas no son las correctas o el colector necesita de refacciones como válvulas o controladores, entorpecerá el proceso productivo al punto de pararlo.
En el caso de cabinas de pintura, tener colectores permite dar un mejor acabado, mejorando así la calidad del producto y absorbiendo las pequeñas partículas contaminantes que respiran los operadores.
Para rectificado así como creación de especias y condimentos, un sistema de colección recoge los pequeñísimos residuos de metal del proceso, obteniendo así mayor limpieza dentro de la fábrica y limpiando el aire que sale al exterior.
En una situación más específica para el rubro farmacéutico: el colector absorbe los componentes de pastillas o cápsulas que en caso de respirarse por el ser humano, podrían causar enfermedades mayores o alteraciones hormonales.
Por lo tanto, las 3 cosas que resuelve tener un sistema de colección en tu planta son:
● Evitar paros de producción
● Mejorar la calidad del producto
● Cumplir con normas de medio ambiente o seguridad en el trabajo (NOM10 e ISO14001).
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